Última intervención en el Parque Infantil Crucero Baleares, Triana, Sevilla. Detalles de los resultados chapuceros |
Últimamente me rodea demasiado el verbo "parchear" en su sentido más amplio, en el explícito y en el implícito. Tal vez sea porque estamos viviendo la edad del parche, la de los piratas de 4 años, los de "rompepantalones" y "rompezapatos" porque juega a la pelota en plan Messi y lo "chulo, mami" es tirarse al suelo... Y claro, no damos a basto comprando parches rodilleros, a los que pronto se sumarán hasta coderos, me temo...
La solución del Ayuntamiento o el Distrito que corresponde: parches de goma a trocitos pequeños a modo de asfalto en bordes y ranuras, lo ideal también para con las gravillas sueltas resbalarse o para que los bebés que comienzan a andar y a investigar prueben a comerselas por más de siete ojos que nos implantamos las madres y padres a esas edades. Lo reitero, una chapuza en toda regla, un parcheo peligroso que se lleva justificando en la crisis, -no sólo en Sevilla sino en muchos Ayuntamientos, Diputaciones y demás organismos públicos (veáse el vergonzoso estado de casi todas las calles de mi Nerva, muy pocas se salvan); en una crisis que dura demasiado y que tiende a la dejadez más absoluta, pura y dura de quienes una y otra vez quieren vendernos la moto y que ya no se la compran ni ellos mismos...
Como sinónimo al "parcheo" podríamos utilizar una expresión bastante gráfica y que tanto gusta a cierto amigo mío: "dar una patada para delante a la piedra". En este caso la bola es de goma negra... Porque la piedra, tras lanzarla con el pie, nos la volveremos a encontrar en el camino, más pronto que tarde, por mucho que seamos lanzadores profesionales o astros argentinos, y por muchos parches de piratas que nos pongamos en los ojos. Ahí estará la piedra angular de nuestros problemas sino la atajamos a tiempo y lo vamos dejando y vejando al paso de los días, haciendo agua por todos lados como aquel hundimiento del Albatros que escribía hace unos años.
Claro que esto ya no sólo sirve para hablar de parques, parches de piratas y juegos de niños. El "parcheo" se da en todos los órdenes de la vida, en busca del mejor parapeto que nos evite golpes y caídas, por miedo, para huir hacia cualquier lado y no ir de frente siendo uno mismo; para salir del paso como sea, que luego, ya se verá. Porque muchas veces lo he escuchado: somos hombres y mujeres de rutina y en ese "luego" nos adormecemos en el sofá y dejamos pasar el tiempo, los trenes y hasta la vida perdida entre los baches profundos sin posibilidad de parcheo.
Pero esto, y otros devenires de "mayores", será mejor que los dejemos para otro día.
1 comentario:
No se puede decir mas claro!!! Y el problema es como tu dices: esta en todos los ambitos. En sanidad, que es de lo que se, lo veo a diario. Y no se deberia de consentir
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