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lunes, 20 de junio de 2011

Encuentro con Jorge Bucay y sus matices en mi mirar

El psicólogo y escritor argentino, Jorge Bucay
en la Feria del Libro de Sevilla
(20 de mayo de 2011). Foto: JGO.

Acaso sólo hace unos meses que por casualidad en la estantería de Tamara descubrí un título que me llamó la atención: Cuentos para pensar, de Jorge Bucay. Y desde ese momento, no he parado de leer sus libros y pensar, repensar y más pensar,... Y parar un instante, y darle una nueva vuelta a todo, mirar desde otro ángulo,... Y aprender, siempre aprendiendo,...



"Todos mis libros, mis cuentos,... todo hablan de mí porque en un principio los escribo para mí, para ayudarme a mí, pero si además consiguen ayudar a otros, es simplemente porque no somos únicos y no somos tan diferentes y al final pasamos por situaciones parecidas".
El pasado mes de mayo, quedé aún más maravillada al conocer a Jorge Bucay en vivo y en directo en la Feria del Libro de Sevilla. El encuentro con sus lectores fue simplemente ESPECTACULAR. Sentada  casi en primera fila, no me perdía ni un detalle: escuchaba atentamentre sus palabras con ese acento argentino que aún hacía más mágico el encuentro y observaba cada uno de sus gestos mientras cointaba sus vivencias en un monólogo  lleno de cuentos, de sapiencias, de sensaciones, de humor, de espiritualidad,... 
 "Porque cada uno no es más que una consecuencia de lo que le pasa en su vida,.."
El escritor y psicólogo argentino, Jorge Bucay
y la autora de este blog, Carmen Alcázar en la firma de libros
en Sevilla.  Foto: JGO. .

Al enunciar esa frase, que no puede ser más orteguiana, puso un ejemplo de un escritor famoso que al preguntarle sobre el porqué de ser escritor, éste siempre contestaba que era gracias al encuentro con uno de sus escritores favoritos en el cual no pudo éste firmarle un autógrafo por no tener papel ni bolígrafo; desde entonces  llevaba siempre un papel  y boligrafo en su bolsillo que aprovechaba casi siempre para escribir ideas, ideas que después llevaría a alguno de sus libros y sin las cuales estos no hubieran podido ver la luz.  Pero también los  cuentos para hacernos pensar de Jorge Bucay son consecuencia de su propia vida. De hecho, Bucay hizo referencia a su contexto más íntimo y  familiar para explicar como posiblemente había llegado a lo que hoy es. Así, explicó la confluencia de culturas que se dan en su familia, a saber, la procedencia musulmana y judía de sus abuelos materno y paterno respectivamente, y por tanto, la cierta interculturalidad que tienen sus cuentos, ya que sus abuelos solían contarle muchos de los que hoy leemos en sus libros. Eso sí, Bucay aseguró que en realidad los cuentos de sus abuelos hablaban de contextos muy diferentes, pero al fin y al cabo, de situaciones muy similares porque, "realmente no somos tan diferentes", insistió.
    "Cuando eres libre, te vuelves impredecible,y esto no gusta a los demás: ser lo que soy, sentir lo que siento, pensar lo que pienso, buscar lo que necesito y correr los riesgos que yo quiera"
IMPREDECIBLE ,  "...y eso no gusta a los demás", aseguró el argentino . Esto, si se piensa fríamente , es completamente cierto: a menudo escuchamos y decimos: "No me gusta Fulano/ Mengano porque no sé de qué va" . Tal vez, si que lo sepamos y no nos guste porque simplemente va por otros caminos a los nuestros, quizás alejados, o, quién sabe, incluso contrarios.

Y hablando de caminos, Bucay contó una historia increible de su viaje al Tepozteco, - del que más tarde nacería su último libro Camino de la Espiritualidad-. Se trata de una zona arqueológica situada en el estado de Morelos, México.  Se localiza a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar y a 600 metros sobre el valle de Tepoztlán. Animado por la Leyenda de Tepozteco y por algunas circunstancias personales y profesionales, se decidió a descubrir la zona.  De esta manera,  mientras subía sus 2.263 escalones trabajaba en busca de espiritualidad, de alma, de sentimiento interior, de encuentro con el mismo, de potencia,... A veces se sentía desfallecer mientras subía ante el esfuerzo físico que conllevaba, pero siempre se encontraba con algún peregrino que le alentaba a seguir contándole lo maravilloso que encontraría al final del camino,...

Bucay aseguró en el encuenro que las vivencias internas y personales que le habían producido el subir al Tepozteco, consiguieron que "sintiera un placer que nunca había sentido, el sentir de dentro hacia fuera". Y allí, al final del camino divisando la inmensidad del mundo desde allá arriba,  en acaso medio segundo sintió un sentimiento de plenitud y paz que no recordaba hasta entonces e incluso pensó por un instante: "qué buen momento éste para morir". Pero quedaba recorrer el camino de nuevo esta vez para emprender la bajada: quizás los 2.263 escalones serían ya más livianos, no sólo porque costaría menos esfuerzo físico que subirlos,sino más bien gracias a lo sentido, y, sobre todo, gracias a una nueva manera de ver las cosas,... Justa y precisamnete lo que logra hacer Jorge Bucay con sus palabras, al menos en mi mirada azul cuando leo sus libros: consigue darme fuerza para darle una  nueva vuelta de tuerca a las cosas que me van sucediendo, consigue que se imprima en mí una mirada totalmente distinta de ver la vida.

1 comentario:

Carmen dijo...

Hola!
Yo también estuve en ese encuentro y me sorprendió gratamente su cercanía y humildad. También he empezado a leerle hace poco y sí que es cierto que aporta otra nueva manera de ver las cosas. Un nuevo punto de vista que muchas veces pasamos por alto...
Me ha encantado tu artículo, me pasaré de cuando en cuando por aquí!
Saludos