Bienvenidos a 'Yo Periodista'

En palabras de Goethe, "todo comienzo tiene su encanto", así que si es la primera vez que te sumerges en 'Yo Periodista' quizás seas partícipe del encanto de la profesión periodística desde la mirada de su autora. Si ya has visitado este blog, Yo Periodista intentará transmitirte ese encanto del comienzo....

jueves, 7 de abril de 2011

Hacia el ancho del embudo








El trono.
Foto: Martín Gálvez.

"Me sorprendió la escena: el viejo sillón estaba en una hornacina, como esperando a su entronado, pero era imposible acceder a ella. Estaba en un segundo piso, y ya no existía ni el piso, ni las escaleras,… era como un trono al aire,… Y ahora, volviendo la mirada atrás me pregunto ¿quién dejaría el viejo sillón ahí? Tal vez, algún fantasma del pasado que se negaba a deshabitar la Mina-Pueblo,…"



"La ley del embudo: para mi lo ancho, para ti lo agudo" Había escuchado la expresión del ancho del embudo infinidad de veces; sin embargo hace unos días supe entender su significado más profundo,... Porque en todos los órdenes de nuestro día a día, en lo profesional y en lo personal, en lo social y en lo íntimo,..., nos tropezamos con situaciones, con ciertos intereses creados que en los que casi todos aunque sea por momentos vemos en esta ley la única filosofía de vida. Y ahí, de pronto nos encontramos en un auténtico "crossroad", un cruce de caminos, de los tuyos propios y los de los que te rodean,... Y entonces, sólo entonces nace la necesidad de sentirnos más libres, y de una vez por todas conseguir aprender la diferencia entre dos monosílabos: SI y NO (Octavio Paz), y tomar nuestro propio camino respondiendo con firmeza "NO" a las pretensiones de los demás de hacerse simplemente con "el ancho" y relegarnos irremediablemente a "lo agudo". Sin embargo hay que ser conscientes de lo que conlleva esta decisión: "(...) lo único que es necesario es incorporar la capacidad de renunciar a que algunos de los demás me aprueben, me aplaudan, me quieran. (El coste, como a mí me gusta llamarlo, es que cuando una se atreve a decir no, empieza a descubrir algunos aspectos desconocidos de sus amigos: la nuca, la espalda y todas otras partes que se ven sólo cuando el otro se va) (...)". Jorge Bucay, Cuentos para pensar.

Sí, hoy más que nunca asumo ese coste, y descubro ese lado de los que revolotean a mi alrededor buscando sólo su beneficio,... Y así, sólo así, te caes del guindo y descubres el significado de lo efímero del vivir,...
"En sus viajes por los pequeños planetas de su galaxia se encontró con un geógrafo que anotaba, en su gran libro de registro, montañas, ríos y estrellas. El Principito quiso registrar su flor (aquella que había dejado en su planeta), pero el geógrafo le dijo:
-No registramos flores, porque no se pueden tomar como referencia las cosas efímeras. Y el geógrafo le explicó al principio que efímero quiere decir amenazado de pronta desaparición. Cuando el Principito escuchó esto, entristeció mucho. Se había dado cuenta de que su rosa era efímera…". Antoine de Saint-Exupéry, El Principito.

Y de forma inusitada, un buen día sacamos ese principito que todos llevamos dentro y le descubrimos que esta vida es una escuela donde se escribe sobre una pizarra y luego se borra lo escrito, aunque eso sí con una tiza especial.... Y, sin embargo, cuando menos te lo esperas, alguien te habla de matemáticas e irremediablemente te vuelven a salir las ecuaciones que hace tiempo creiste resolver,... De repente, alguien te habla de poesía y sin quererlo te salen pequeños retazos de las que escribistes con el corazón abierto,... Y si te hablan de traición, de desprecios, de desaires, de actitudes inexpicables, de miradas oscuras con o sin causa, de idas y venidas desempolvas el listado de las personas en las que confiastes y que en cierto momento de tu vida te apuñalaron por la espalda sin pensarselo siquiera, presos de las garras de su propio EGO, (sí, así es como lo escriben, con mayúsculas),...

Y, luego, la pizarra se vuelve a borrar sola,...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífico desahogo. Felicidades una vez más.
Carlos Cerrato