Irene Martín Castaño, 'Eneri': la explosión del color

Irene Martín Castaño, Eneri

A punto de licenciarse en Bellas Artes por la Universidad de Granada, Irene Martín Castaño, ‘Eneri’ (Úbeda, 1990),   se encuentra terminando actualmente  sus estudios en Verona (Italia), en lo que ella considera una experiencia “vital” para realizarse como persona y como artista en un continuo aprendizaje: "la experiencia en el extranjero supone estar abierto a maneras de crear: cómo utilizan los colores, qué técnicas utilizan, de dónde vienen los pigmentos con los que juegan,…Si eres receptivo a todo este tipo de detalles creo que puedes aprender muchas cosas que hacen que tu pintura vaya evolucionando y madurando”.

De esta manera, Eneri  ha participado en varios concursos de pintura y cartelería en los que su obra ha sido reconocida con varios premios, tales como el tercer premio del concurso provincial sobre Medio Ambiente de Urende o el tercer premio del concurso ‘Mujer Maltratada’ del Instituto Francisco de los Cobos de Úbeda. Asimismo, ha expuesto en diversas muestras colectivas en su Úbeda natal y Jaén, sobre todo resultado de su colaboración activa con la asociación Atenea XXI.

'Vista de Amsterdam: hacia la abstracción'

Precisamente, hace unos días Eneri ha participado con su obra 'Vista de Amsterdam: hacia la abstración', en el homenaje al ubetense Domingo Molina que la asociación Atenea XXI ha organizado en el primer aniversario de su muerte. Sin embargo esta muestra ha tenido para ella un significado muy especial al exponer junto a su padre, el nervense Martín Gálvez: "es una de las metas que me había propuesto, el exponer con mi padre. Es como un sueño hecho realidad, pues todo alumno desea exponer al lado de su gran maestro y ejemplo, y que este además sea tu padre, es algo increíble, algo que no se puede explicar con palabras. Creo que ha sido una de las cosas más importantes que me han sucedido y de las cuáles me siento muy orgullosa;  la lástima ha sido no poder estar en directo para verlo por estar en Verona y sobre todo para ver las reacciones de la gente al ver que padre e hija estaban unidos, justo uno al lado del otro", comenta emocionada.

La pequeña Irene y su maestro

Y es que no podía ser de otra manera, sus comienzos en el arte vendría de la mano de su padre, de ese su maestro, de quién mejor,.. Así recuerda Martín Gálvez, orgulloso y emocionado,  los comienzos de su pequeña Irene: "Comenzó desde muy chica, nunca le faltaron rotuladores, pintura de dedos,...En mi estudio estaba prohibido entrar, pero tuve que pintar a Irene  para el cuadro- retrato de familia. En principio todo fue bien, acojonada de estar en ese espacio negado en la casa a los niños, pero luego se empezó a tomar la confianza con los botes de óleos y tuve que echarla, solamente la metia para adentro cuando de verdad la necesitaba, para cualquier detalle porque ya que el cuadro estaba manchado. Y en aquel instante de juego con los óleos creo que se le despertó el gusanillo por la pintura; sí, justo en aquel momento de mi estudio, en aquella pequeña de ojos despiertos nació la Eneri de hoy". 

Eneri  pintando 'Todavía frescos', cuadro
realizado con su padre, Martín Gálvez.

Y es ese carácter inquieto y despierto que la caracteriza desde que era apenas una niña se refleja perfectamente en la pintura de Eneri que se sumerge en una constante experimentación entre colores, sentimientos y formas; donde los pigmentos juegan a su antojo con las formas para transmitir sensaciones que lleven al espectador a una realidad personalizada, llena de color y sentimientos plasmado de un modo un tanto inusual. Esa búsqueda constante en su pintura de la originalidad y un estilo propio  la traslada incluso a su nombre artístico: "Eneri me resultaba mucho más original y más personal, por aquello de poner mi nombre pero al revés, es una forma de ser diferente y ¿por qué no Eneri?"

Entre sus proyectos a medio y a largo plazo, pretende seguir formándose en el arte para lo que considera prioritario aprender idiomas y viajar a otros lugares del mundo para  no estar siempre encasillado en un sitio, sino salir de vez en cuando, conocer gente nueva, ir a otros países…de alguna manera esto consigue abrirte la mente, disfrutando y adquiriendo un sinfín de conocimientos nuevos; en definitiva, creo que sólo así podré avanzar, abrirme nuevos caminos y expresarme libremente”.

Sí, con todo, Eneri se abre su propio camino con pinceladas nuevas y libres, con la referencia siempre presente de su maestro, pero creando sus propias formas de expresión, a su manera siempre, bajo esa mirada ilusionante reflejada en una auténtica explosión de color.