Su discurso inaugural de Artistas Plásticos I en Nerva, “De la Imaginación y la Noche. Metáforas’ de Martín Gálvez sirvió la semana pasada para abrir de manera magistral el homenaje que decididamente me he propuesto dedicarle a este gran artista nervense (Pincha AQUÍ, para leerlo). En esa muestra coincidimos personalmente, pero nos conocimos mucho antes y por casualidad, gracias a este blog en sus comienzos, y desde entonces intercambiamos conversaciones infinitas sobre pintura, poesía, su Arte, de nuestra Nerva y la Cuenca, de sus recuerdos, de mi actividad bloguera, de sus vivencias de otros tiempos, de la vida en general,... Y, precisamente fruto de esas charlas nacen estos post, porque en cada una de ellas Martín Gálvez deja impreso “el hueco entre cuadro a cuadro, la intrahistoria de cada una de sus obras”,como me explicó en la exposición de Nerva. Y es que sus conocimientos pictóricos son tan inagotables como las anécdotas, experiencias y aventuras que recorren su vida, no por ello sin estar repleta de sinsabores: dice tener "muchas heridas de guerra por el paso de la vida pero mi carácter me ha llevado a enterrar lo malo y resurgir",... Lo que está claro es que ha librado las batallas del paso del tiempo combatiendolas de una manera simplemente maravillosa: a golpe de pincel.
Y me cuestiono, ¿otro caso de alguien que no es profeta en su tierra, en mi tierra? Me niego a aceptarlo. Primero, porque me indigna pensar que no se valore a nervenses como éste que con tanto talento llevan su pueblo por bandera, y sí, por ello siento la necesidad de dedicarle unos post-homenaje más que merecidos a este "pintorajo" como a él mismo humildemente gusta llamarse para, -dice-, "no olvidar nunca en todo lo que cree y en que no es más un pintor de pueblo". Y “qué pueblo”, como recuerda orgulloso que le comentó la mujer del onubense José Caballero en una exposición,… Y qué PINTOR, diría yo…A todo ello se le suma, el gran aprecio que le tengo a este "genio loco" y , sobre todo, porque mi mirada azul se ha quedado prendada de su ARTE, (sí, así, con mayúsculas).
Pero, ¿quién es Martín Gálvez, este gran pintor nervense y casi desconocido para sus paisanos? Francisco Martín Gálvez nace en Nerva un 19 de septiembre de 1957 en la calle Julio César, hijo de Charo Gálvez y Félix Martín Acemel, pintor rotulista, contable y jefe de Estación del Medio. Como artista, Martin Gálvez se define como “un tipo serio, introvertido, investigador de nuevas formas y texturas, sesudo, muy maniático, que cuando da el paso de realizar una obra no hay quién lo pare y no quiere interrupciones”. Así que se mete en su estudio, su espacio más íntimo, personal y profesional, flanqueado como un muro de contención a partir de la puerta y en el que dice que se encuentra su Alma, "todo aquello por lo que he trabajado estos años", y que sólo sería capaz de dejarlo todo por otra de sus pasiones: sus hijos por quienes se desvive. Y allí, en su estudio, es donde ese Martín Gálvez, artista convive en una sinergía casi perfecta con el “tio normal y extrovertido” que dice ser Martín Gálvez, en el día a día, aunque persiste la deformación profesional casi de manera espontánea de seguir investigando constantemente en “las sombras que caen de los tejados de un edificio, las proyectadas por las gentes paseando, me fijo en todo,…Y son mis vivencias diarias y mi vida personal las que conforman a Martín Gálvez y sus temas para pintar, la serie Andalucía, Chernobil o los bodegones mineros”. De esta manera, sus cuadros parten de ideas que tiene en su mente fruto del momento que esté viviendo: “en el cuadro de El juicio final, cuando el cuadro estaba casi terminado, un viaje a Nerva me hizo replanteármelo, quemé el anterior e hice el actual porque era para el Centenario del Nacimiento de Vázquez Díaz y yo quería reivindicar Andalucía, mi tierra; sin embargo el cuadro de Chernóbil nació en el momento del desastre nuclear y la poesía la puso my hija Chary, tan pequeñita con su muñeco. Hoy quizás pintaría sobre el tsunami de Japón”, declara el artista. Por sus ansias de perfección Martín Gálvez llega a quemar más cuadros de los que vende, huyendo siempre de una pintura mediocre. Y no sólo prende fuego a sus pinturas; él mismo nos confiesa que sus obras antes de reflejarse en un lienzo, dan un paso previo ineludible: de su mente a un folio y a modo de versos que orientan al pincel, y que, una vez representado en el cuadro, quema el poema inspirador. Porque en Martín Gálvez todo es poesía: sus poemas se vuelven pintura, y su pintura compone a pinceladas poesía.
(Cuestionario realizado a Martín Gálvez por Carmen Alcázar. Febrero 2011. Pincha en la foto para leerlo.)
Aunque confiesa que "si no hubiera sido pintor, me encantaría haber sido médico", lo cierto es que Martín Gálvez comienza a expresarse con el pincel desde bien pequeño: con apenas dos años pinta en las puertas sucias de los taxis (hay fotos) que esperaban una carrera en el antiguo parque que cuidaba Joaquinito, personaje al que recuerda con mucho cariño, " a él y a sus veladuras".
Con cuatro años pintarrajea todos los bocetos de su padre Felix Martín Acemel, pintor rotulista: "No sé cómo mi padre no me mató, con el genio que gastaba", nos comenta. Dibuja perfectamente toda clase de letras aunque no sabe su significado. Ya con cinco, pinta con ayuda de su padre su primera obra, 'Bocetos de Palomas', y con seis recibe un regalo de su tío Paco que aún hoy conserva como una joya: su primera caja de pintura completa. En estos años, Martín Gálvez copia una de las Inmaculadas de Velázquez, dándose cuenta a partir de entonces que lo suyo es el original no las copias.
'La habitación de mi hermana' (óleo sobre cartón piedra), por Martón Gálvez en 1964, con 7 años de edad.
A los siete años realiza "Mi pequeña exposición", la primera y en su propia casa,: "descolgué todos los cuadros y demás decoración de mi casa subiéndome a las sillas y en su lugar puse los míos sin que mis padres se enteraran. Hice pasar por alli a mis vecinas y me compraron los cuadros, eran malísimos. Sólo se salvaba uno de un bosque en pequeño formato que me compró Catalina", recuerda Martín Gálvez.
A mi padre, (óleo sobre lienzo), por Martín Gálvez. "En este retrato de mi padre hay mucho realismo, junto con hiperrealismo en el pelo y el expresionismo de fondo,... pero hay mucho Monis Mora, mucho de Labrador y por supuesto de Manolo Vázquez"
En esos años, Martín Gálvez ya conoce y admira a los grandes pintores nervenses que eran amigos de su padre, quien además de presentárselos: “me facilitó el trato con los pintores y me dio la alternativa: cuando creyó que lo superaba me dió todas sus pinturas y pinceles”. Monis Mora, Manuel Fontenla, Manolo Vázquez, son algunos de sus maestros. Pero, su gran ilusión de entonces ya era conocer al pintor de su tierra más laureado: Daniel Vázquez Díaz, a quien años más tardes conocerá coincidiendo con las pocas bajadas del pintor a Huelva; éste le dará a unos consejos que le dejan huella, y es uno de los pocos de su generación que tuvo contacto con ese genio nervense. Más tarde, a finales de los 70 y gracias a los monjes de La Rábida se pasará horas enteras viendo, observando y analizando los frescos del maestro Vázquez Díaz en el Monasterio, que “pese a que habían criado hongos y se están deteriorando y pronto habría que restaurarlos, parecían recién hechos”.
'Lilas II', (óleo sobre lienzo), por Martin Gálvez.
En esos años, Martín Gálvez ya conoce y admira a los grandes pintores nervenses que eran amigos de su padre, quien además de presentárselos: “me facilitó el trato con los pintores y me dio la alternativa: cuando creyó que lo superaba me dió todas sus pinturas y pinceles”. Monis Mora, Manuel Fontenla, Manolo Vázquez, son algunos de sus maestros. Pero, su gran ilusión de entonces ya era conocer al pintor de su tierra más laureado: Daniel Vázquez Díaz, a quien años más tardes conocerá coincidiendo con las pocas bajadas del pintor a Huelva; éste le dará a unos consejos que le dejan huella, y es uno de los pocos de su generación que tuvo contacto con ese genio nervense. Más tarde, a finales de los 70 y gracias a los monjes de La Rábida se pasará horas enteras viendo, observando y analizando los frescos del maestro Vázquez Díaz en el Monasterio, que “pese a que habían criado hongos y se están deteriorando y pronto habría que restaurarlos, parecían recién hechos”.
'Lilas II', (óleo sobre lienzo), por Martin Gálvez.
También dejaría huella otro grande: José María Labrador, a quien conoce entre 1966 y 1968 siendo éste ya académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hngría de Sevilla. Con él aprende en su estudio las “bases” de un artista y la técnica del retrato. Labrador le daría un consejo magistral: “pinta como te dé la gana, no como yo te enseño, que lo tuyo es una maravilla”.
De entre las muchas influencias de los pintores de su tierra cuenta también con los preciados consejos de Gilberto Benítez. “quien me aporta el valor de los rojos: rojo inglés, rojo de México, rojo del Cerro Salomón” ; Hermenegildo Sutilo del que confiesa que toma “su luz y el reto de pintar gurumelos”, o el indiscutible José Pascual, quien le animó diciéndole “si tienes que pintar, pintas, pero dedícate por entero a la pintura”.
'El Lazareto sobre el río Tinto', (técnica mixta sobre lienzo), por Martín Gálvez.
Y es que recuerda su tierra como su “todo”, como algo que siempre está presente en sus obras y en su vida personal: “a mi tierra siempre la he llevado dentro: son mis raíces, el rojo inglés, mi inconformismo,…”.
Precisamente este inconformismo y rebeldía, - que choca con el conformismo actual al que continuamente asistimos en Yo Periodista-, lo llevaría a dejar Nerva: “Cuando yo dejé Nerva había varias clases de artistas; entre ellos estaban los ‘oficiales’, los afines a las autoridades, los que siempre ganaban los premios de certámenes de pintura,… y allí yo no podía tener cabida”. Aún así, se confiesa como un enamorado de la Cuenca Minera de Riotinto que le vio nacer, de los recuerdos de Naya, de La Mina Pueblo,…"
'Gran Vía: Nerva- Riotinto', (técnica mixta sobre lienzo), por Martín Gálvez.
“Dónde se ha visto que el Arco Iris se haya estrellado en el suelo?, rojos aúricos, que se deslizan por laderas de montes de nombres ancestrales, ocultando naranjas de un cobre enriquecedor de la comarca, amarillos de explosivo azufre, grises de pizarra y piritas ferrocobrizas, verdes esmeraldas de aguas que las Balsas riega y de los bosques de pinos encinas y alcornoques que a pocos metros extraen su alimento de un suelo árido... Y el Azul..., serán los azules, el limpio azul cobalto en todas sus tonalidades en el cielo, el azul prusia, azul ultramar, oscuros y claros... se encuentran miméticos en la mina, en la sierra... hasta en las artificiales lomas de escoria de Riotinto, Zalamea, la Dehesa, Nerva y Naya... ", en palabras del artista.
Y es que recuerda su tierra como su “todo”, como algo que siempre está presente en sus obras y en su vida personal: “a mi tierra siempre la he llevado dentro: son mis raíces, el rojo inglés, mi inconformismo,…”.
Precisamente este inconformismo y rebeldía, - que choca con el conformismo actual al que continuamente asistimos en Yo Periodista-, lo llevaría a dejar Nerva: “Cuando yo dejé Nerva había varias clases de artistas; entre ellos estaban los ‘oficiales’, los afines a las autoridades, los que siempre ganaban los premios de certámenes de pintura,… y allí yo no podía tener cabida”. Aún así, se confiesa como un enamorado de la Cuenca Minera de Riotinto que le vio nacer, de los recuerdos de Naya, de La Mina Pueblo,…"
'Gran Vía: Nerva- Riotinto', (técnica mixta sobre lienzo), por Martín Gálvez.
“Dónde se ha visto que el Arco Iris se haya estrellado en el suelo?, rojos aúricos, que se deslizan por laderas de montes de nombres ancestrales, ocultando naranjas de un cobre enriquecedor de la comarca, amarillos de explosivo azufre, grises de pizarra y piritas ferrocobrizas, verdes esmeraldas de aguas que las Balsas riega y de los bosques de pinos encinas y alcornoques que a pocos metros extraen su alimento de un suelo árido... Y el Azul..., serán los azules, el limpio azul cobalto en todas sus tonalidades en el cielo, el azul prusia, azul ultramar, oscuros y claros... se encuentran miméticos en la mina, en la sierra... hasta en las artificiales lomas de escoria de Riotinto, Zalamea, la Dehesa, Nerva y Naya... ", en palabras del artista.
'Bodegon Arenas' (óleo sobre lienzo), por Martín Gálvez.
En 1970 con sólo trece años, expone en el aula de dibujo técnico de las hoy desaparecidas y olvidadas Escuelas de la Sagrada Familia de Riotinto, dando sus primeras clases de pintura a compañeros y profesores. Al calor de la libertad que respiraba en la SAFA cuando aún era un tabú, nace 'Mi Visión del Mundo', un ambicioso proyecto dispuesto en una trilogía mural que representaba “la visión del mundo que nos habían vendido: toda la culpa es de hombre y todo lo bueno es de Dios y en la que todo son símbolos: la gaviota, la libertad, Punta Umbría, el mar, el océano,…”.
'Bailarina En El Abismo - "Interpretación De Un Almanaque”, por Martín Gálvez. (1974)
En esos años recibe cierto reconocimiento en la Cuenca con el Primer Premio de Artes Decorativas de El Campillo en 1977 con 'Bailarina En El Abismo - "Interpretación De Un Almanaque”.Sin embargo, un año más tarde, en 1973, tiene lugar un hecho que le marcará para siempre: Martín Gálvez participa, a petición del jurado y como Primer Premio del año anterior, en el II Certamen, con el cuadro 'Collage - Andalucía I' pero no recibe el primer premio esta vez, y según descubre porque el jurado “había recibido presiones y era imposible que esta obra sea de un artista tan joven”. Sintió entonces que era una explicación absurda e injusta, se revela ante tal hecho y nace "La Revolución del Silencio", movimiento al que se han añadido innumerables artistas, que van desde Japón hasta España, desde Perito Moreno, hasta Islandia, todos ellos válidos en su quehacer diario, en su Oficio, en su Genialidad pero que no han tenido un marchante de arte de prestigio, sólo están a la espera que años o siglos después se les valore como merecen, para entonces, en la mayoría de los casos será tarde. No será este el único movimiento que abandere, en el 77 crea el Club de pintura ‘A pique’ en los Colegios Mayores Alcaide Astúñiga y Vélez de Mendoza en La Rábida, Huelva.
'Nieve proyectada: El Salvador', (Pan de oro sobre lienzo), por Martín Gálvez.
En el 74, crea 'Montajes De Navidad' y llega por vez primera a Úbeda, en la que años más tarde fijará su residencia: “un terreno baldío para el arte, pero en el que encuentro una especie de retiro espiritual de una vida llena de sinsabores”. Dos años después, por iniciativa privada sus obras salen de España. Continúa la serie Andalucía: diecinueve cuadros dispersos por Roma, Hamburgo, Berlín, París, New York... quedándose con cuatro de ellos para su colección particular.
Tras estos primeros pasos de la andadura de este artista nervense, hacer un recorrido por su currículum sería engrosar ya una interminable lista de exposiciones o sólo a lo largo y ancho del territorio nacional sino incluso más allá de nuestras fronteras: Quesada, Madrid, Huelva e incluso por Europa...
1980. Exposición Colectiva, (Adelpha), de Óleos, Dibujos y Grabados en el Antiguo Ayuntamiento, Úbeda.
1982. Invitado a la Exposición Conmemorativa Del Centenario Del Nacimiento de Vázquez Díaz, especialmente para este evento proyecta y realiza “El Juicio Final – Andalucía VII”.
1984. Tercer Premio en el 2º Certamen José María Labrador.
1986. Sabiote, Jaén Realiza un gran mural... “A Través Del Pop”. En la exposición colectiva “Úbeda Abierta” expone “Carta De Otoño”, terminada dos años antes; obra romántica con rasgos hiperrealistas.
1988. Exposición Antológica, (experimento para la que tendría lugar un año después), Begíjar, Jaén.
1989. Exposición Antológica “XXV Años De Pintura”, en Nerva de gran éxito de público y crítica.
1990. Exposición Colectiva “Artistas Plásticos En Úbeda”.
1994, Exposición individual, “Malcom Abre La Puerta... Al Arte” y una colectiva “Artistas De Nerva”.
1995. Colectiva en el Salón del Apeadero de los Reales Alcázares de Sevilla junto a sus “Maestros”.
1999. Exposición Inaugural del Museo Vázquez Díaz.
2000. Exposición Diocesana De Artistas Jiennenses, con motivo del Año Jubilar. Hubo otras muchas exposiciones, Quesada, Madrid, Huelva... por Europa... con calidad pero que no harían más que engrosar esta ya de por sí larga lista. Algunas de sus obras están en fondos de museos públicos y privados.
2006. Exposición Mágica Para Soñar, su despedida, en la sala Pintor Elbo en Úbeda, una completa retrospectiva de más de 40 años que abarcó todas las épocas y técnicas con muchas de sus obras más representativas. A algún medio de comunicación declaró entonces: "creo que ha sido una despedida digna".
Hasta hoy, forma parte de la asociación Atenea XXI y colabora con todo aquél que tenga iniciativas culturales, prueba de ello su reciente y genial colaboración en la sección Dibujando recuerdos del blog La Factoría que precisamente emana de sus geniales plumillas.
1982. Invitado a la Exposición Conmemorativa Del Centenario Del Nacimiento de Vázquez Díaz, especialmente para este evento proyecta y realiza “El Juicio Final – Andalucía VII”.
1984. Tercer Premio en el 2º Certamen José María Labrador.
1986. Sabiote, Jaén Realiza un gran mural... “A Través Del Pop”. En la exposición colectiva “Úbeda Abierta” expone “Carta De Otoño”, terminada dos años antes; obra romántica con rasgos hiperrealistas.
1988. Exposición Antológica, (experimento para la que tendría lugar un año después), Begíjar, Jaén.
1989. Exposición Antológica “XXV Años De Pintura”, en Nerva de gran éxito de público y crítica.
1990. Exposición Colectiva “Artistas Plásticos En Úbeda”.
1994, Exposición individual, “Malcom Abre La Puerta... Al Arte” y una colectiva “Artistas De Nerva”.
1995. Colectiva en el Salón del Apeadero de los Reales Alcázares de Sevilla junto a sus “Maestros”.
1999. Exposición Inaugural del Museo Vázquez Díaz.
2000. Exposición Diocesana De Artistas Jiennenses, con motivo del Año Jubilar. Hubo otras muchas exposiciones, Quesada, Madrid, Huelva... por Europa... con calidad pero que no harían más que engrosar esta ya de por sí larga lista. Algunas de sus obras están en fondos de museos públicos y privados.
2006. Exposición Mágica Para Soñar, su despedida, en la sala Pintor Elbo en Úbeda, una completa retrospectiva de más de 40 años que abarcó todas las épocas y técnicas con muchas de sus obras más representativas. A algún medio de comunicación declaró entonces: "creo que ha sido una despedida digna".
Hasta hoy, forma parte de la asociación Atenea XXI y colabora con todo aquél que tenga iniciativas culturales, prueba de ello su reciente y genial colaboración en la sección Dibujando recuerdos del blog La Factoría que precisamente emana de sus geniales plumillas.
'Mujer:abstracción en negro con figura', (óleo sobre lienzo), por Martín Gálvez. "Forma parte de unas viñetas de una historieta sobre la luz: al principio el lienzo está en blanco, más tarde todo se va llenando de color como en Las Hilanderas de Velázquez pero por arriba, la sombra, el negro comienza a comerse el color; el siguiente es éste, pero por la esquina izquierda el negro comienza a comerse a sí mismo, y el siguiente cuadro, el lienzo vuelve a estar en blanco"
Asimismo, y como se puede leer en el catálogo Úbeda forma y color (2002): “la obra de este Artista , grande, no se reduce a la pintura, abarca la escultura, carteles de cine, anagramas, logotipos, inventos,... a todo aquello en lo que se deja sentir la mano del arte”. Y es que la pintura de Martín Gálvez divaga por pinceladas decididas y, a la vez serpenteantes por el ARTE: llena de personajes que iban y venían en un principio entre el azul Prusia y el blanco míxto, y que poco a poco se va despojando de fantasmas que vivían por los rincones de los marcos para llenar todas sus obras de símbolos poco convecionales y cotidianos, testigos mudos de devenir diario, de escenas que se pierden en la mente nubladas por el recuerdo, reflejos sobre el distorsionado cristal, sonidos acompasados sobre el pavimento... Poco a poco su pintura toma un matiz más minimalista, más enigmático e introvertido,… de ahí que le adjudicarán certeramente el honroso título de "Pintor de la Soledad".
'Paisaje bucólico con olivos',(óleo sobre lienzo) por Martín Gálvez. "Un retrato introspectivo de su Alma, plasmando un claustrofóbico patio interior, de paredes blancas y extrañamente de rojo inglés, desvencijadas, ajadas por el tiempo, casi sin vida. Viejos y deteriorados cables que ayer fueron comunicación ahora yacen desprendidos, que se dirían dormidos esperando una primavera que nunca llegará... Brillantes e inertes tejados sueñan con ser doradas cintas de raso y jugar con el aire... lo corona un esperanzador cielo de azul cobalto y un sinuoso lirio esparce su perfume a tierra mojada por toda la escena.
Quizás ahora, alejado de las grandes exposiciones y eventos artísticos desde 2006 y por un "cúmulo de circunstancias", en la soledad de su estudio es cuando emerge el Martín Gálvez más auténtico. más poético, más simbolísta, más maduro, más a su "aire", más libre:"Ahora todo va con más tranquilidad como con humo, como agua que recorre las aceras en un llano,... a veces vuelvo la mirada atrás y busco los paisajes olvidados de mi niñez, volviéndolos a plasmar con óleos, acrílicos, espátulas, pinceles, aerógrafos o incluso grabarlos con las nuevas técnicas de grabado digital,.. porque ahora me permito investigar con otras técnicas, con elementos que ellos en sí son el tema,... porque pese a mi retirada no puedo evadirme de lo que soy y siempre he sido pintor y de esa manera es como me reivindico a mi mismo,..."
Sin embargo, lo que parece increible es que Martín Gálvez sea un desconocido en su pueblo, en esa "Nerva, tierra de artistas", .. y qué ARTISTAS. En su despedida confesaba ilusionado a sus círculos más íntimos que la de Úbeda habia sido su última exposición pero que siempre dejaba una puerta abierta a que ésta fuera en su pueblo:"Seguiría siendo mi última exposición porque es la misma na mas que cambia los olivos por el arco iris de mi tierra ". Sí, ya va siendo hora de hacer justicia con este ARTISTAZO nervense con un homenaje más que merecido,..
'Paisaje bucólico con olivos',(óleo sobre lienzo) por Martín Gálvez. "Un retrato introspectivo de su Alma, plasmando un claustrofóbico patio interior, de paredes blancas y extrañamente de rojo inglés, desvencijadas, ajadas por el tiempo, casi sin vida. Viejos y deteriorados cables que ayer fueron comunicación ahora yacen desprendidos, que se dirían dormidos esperando una primavera que nunca llegará... Brillantes e inertes tejados sueñan con ser doradas cintas de raso y jugar con el aire... lo corona un esperanzador cielo de azul cobalto y un sinuoso lirio esparce su perfume a tierra mojada por toda la escena.
Quizás ahora, alejado de las grandes exposiciones y eventos artísticos desde 2006 y por un "cúmulo de circunstancias", en la soledad de su estudio es cuando emerge el Martín Gálvez más auténtico. más poético, más simbolísta, más maduro, más a su "aire", más libre:"Ahora todo va con más tranquilidad como con humo, como agua que recorre las aceras en un llano,... a veces vuelvo la mirada atrás y busco los paisajes olvidados de mi niñez, volviéndolos a plasmar con óleos, acrílicos, espátulas, pinceles, aerógrafos o incluso grabarlos con las nuevas técnicas de grabado digital,.. porque ahora me permito investigar con otras técnicas, con elementos que ellos en sí son el tema,... porque pese a mi retirada no puedo evadirme de lo que soy y siempre he sido pintor y de esa manera es como me reivindico a mi mismo,..."
Sin embargo, lo que parece increible es que Martín Gálvez sea un desconocido en su pueblo, en esa "Nerva, tierra de artistas", .. y qué ARTISTAS. En su despedida confesaba ilusionado a sus círculos más íntimos que la de Úbeda habia sido su última exposición pero que siempre dejaba una puerta abierta a que ésta fuera en su pueblo:"Seguiría siendo mi última exposición porque es la misma na mas que cambia los olivos por el arco iris de mi tierra ". Sí, ya va siendo hora de hacer justicia con este ARTISTAZO nervense con un homenaje más que merecido,..
Nota: En breve, aquí en Yo Periodista dispondremos de una especie de galería virtual en exclusiva de este genial artista, será pues nuestra GALERÍA PINTORAJO
5 comentarios:
Me agrada ser la primera en dejar un comentario por este maravilloso recorrida de la vida de mi padre. Sinceramente me han encantado los dos artículos y conforme los iba leyendo recordaba todas las anécdotas e historias que me contaba y me sigue contando él. Muchas gracias por este homenaje, se lo merece.
Lo que comentábamos... "nadie es profeta en su tierra", pero cuando se es constante y apasionado con lo que se hace... todos los esfuerzos tienen su recompensa! ¡qué gran trabajo!
GRACIAS Mª ANGELES... ESO ES LO QUE TODO ARTISTA QUIERE TRANSMITIR Y SI ES CON PASIÓN MUCHO MEJOR...
acabo de visitar la pagina y recorrer las obras aqui expuestas y estoy maravillada.Gracias
Amigo Gálvez. Tu si eres profeta en tu tierra, quizas para nuevas generaciones no. Por eso es hora de que volvamos a disfrutar de alguna exposición ya que desde creo recordar que desde los 80 no se ha visto otra por esta tierra queria tuya.
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