En estos días me sumerjo en 'La palabra vivida' de la sevillana Rosa Díaz, me pierdo en la ternura de sus versos, con rima unos, libres al viento otros,...; y disfruto en ese 'amor sin dermis', en su vida cotidiana amenizada por la frescura de poemas de ritmos sin compás pero llenos de fuerza, perdidos en la mirada pícara de Rosa Díaz, en esa "poesía de andar por casa" que ella misma define así en su obra 'Juan-Juan'.
ni te dará mi boca.
El beso que escapó de la carne
y no murío en la sombra.
El beso que cruzó la esfera
de otra vida remota
y se hizo lunar de pensamiento,
pesadilla de alcoba,
deseo imposible,
grabación incolora
en la piel imprecisa
de un segundo sin hora.
Ese que no existíó
que se quedó en la nada silenciosa.
Ese que yo quisiera moldear
y llenarlo de formas.
El beso que escapó de la carne
y no murío en la sombra.
El beso que cruzó la esfera
de otra vida remota
y se hizo lunar de pensamiento,
pesadilla de alcoba,
deseo imposible,
grabación incolora
en la piel imprecisa
de un segundo sin hora.
Ese que no existíó
que se quedó en la nada silenciosa.
Ese que yo quisiera moldear
y llenarlo de formas.
En Díaz, Rosa (1980): 'La célula infinita', Colección 'Algo nuestro'. Sevilla.
Releyendo sus poemarios, encuentro cierto dato que acerca a esta poetisa sevillana con mis tierras rojas,... Y es que en su biografía se puede ver que obtuvo el premio literario que lleva el nombre de un nervense 'José María Morón' y que su segundo poemario 'Cantábile para cuerda enamorada' fue editado por los Ayuntamientos de la Cuenca Minera de Riotinto y la Diputación de Huelva en 1983. A parte de que ése es el año en el que nació la humilde autora de este blog, saber que la obra de Díaz con la que tanto disfruto al leerla estuvo cerca de mi tierra me apasiona aún más. Incluso leer a Rosa Díaz me lleva a desemplovar la nostalgia que me acompaña a ratos en la hermosa Sevilla, nostalgia de ese 'atardecer minero' que me inspiró con apenas 13 años y que presenté al Certamen Juvenil 'José María Morón' y que se publicó en la Revista Nervae de 1997.
Dulce ocaso que cae,
plata y oro se funden
y el sol se esconde
entre minas y montes.
Los rayos de luz
se oscurecen,
y una gran dama
en el cielo aparece.
El horizonte se enciende
y un pintor,
inspirado,
lo pinta con afán creciente.
Dos enamorados pasean,...
¡un beso se regalan!
al decirse adiós
en la tarde apagada.
¡Ay, pueblo minero
de atardecer divino
el día acaba,...
y yo contigo!
Carmen Alcázar. Nerva, 11 de febrero de 1997.- (1er premio del Certamen Juvenil José María Morón, en honor al aniversario de su muerte)
Ciertos paralelismos encuentro también al leer a Rosa Díaz con mis infinitas conversaciones acerca del arte y la vida en general con mi genial amigo Rafa Prado cada vez que voy a mi añorada Nerva, sobre todo en el concepto de creatividad que Rafa defiende y que ya parafrasé en 'Rafael Prado: cuando un hombre y un piano se funden a la luz de la mina'.
Así en la nota biográfica que ella misma escribe en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes , se puede leer entre las palabras vividas de Rosa Díaz: "(...) Siempre pensé que lo mejor de mi poesía era yo, por lo tanto no tenía que buscar más lejos, sí más cerca y más hondo, de ahí que ahora escriba tal como pienso, sencillamente".
En mis atardeceres mineros, en los colores imposibles, en mi vida más mundana, en mi día a día, en mis sentimientos más profundos, en mis sueños más íntimos,... Para qué buscar más lejos: en mi mirada azul.
4 comentarios:
No he tenido la oportunidad de leer a Rosa Díaz. Tengo demasiado abandonada la poesía, por desgracia. Aunque tengo que reconocer que tengo sobre mi mesilla, muy a mano, la antología poética de Jaime Gil de Biedma, un autor genial y creo que nunca suficientemente valorado. Por cierto, tengo que felicitarte por tu poema, y más teniendo en cuenta la edad con la que lo escribiste. Y por último, una curiosidad: compartimos la mirada azul. Hasta pronto
Gracias por tu comentario. Si quieres ver ese momentazo de la televisión, está puesto en Yuotube.
En cuanto a Jaime Gil de Biedma, a mí el poema que más me ha gustado es No volveré a ser joven. Para que no tengas que buscarlo, te lo pongo aquí:
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, era tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
A ver qué te parece. Ya me cuentas. Yo disfruté mucho leyéndolo. A ver si me cuentas alguna de tus referencias literarias y comentamos.
Hoy que he tenido un ratito de libertad he navegado por tu blog ¡Me ha encantado! Es tan ordenado que es difícil perderse... y te lo dice una experta en extraviarse.
Me ha sorprendido (para bien) que recojas poemas de otros autores, pero a ver cuándo nos deleitas sólo con los tuyos. Me da un poco de vergüenza, que me hayas pillado así de sopetón. Yo no tengo una perla literaria con la que deleitarte. La próxima vez, te escribo una.
Un abrazo muy grande y te deseo que pases un buen mes de agosto.
Recuerdos de tu compañera de trabajo más malagueña,
Natalia, esperando el PARAÍSO :p
En Nerva tienen que estar encantados contigo. Qué publicidad tan buena haces de tu tierra. Eso está bien. Hay que estar orgulloso de las raíces y tú, por lo que veo, llevas muy a gala esta sentencia.
Respecto a lo de mi futurible blog...No sé. Ahora me conformo con escribir (soy un poco holgazana en ese aspecto, pues comencé a poner unas letras junto a otras el año pasado y todavía sigo con lo mismo). Aunque ya tengo mi público en el facebook, que limita muchísimo el tamaño de los pensamientos, pero menos da una piedra. Así hay que devanarse los sesos para poner poco a diario, pero con arte.
Un besazo,
Natalia, tu compañera más malagueña (será porque soy la única) :p. Ánimo y sigue creando arte y mostrándolo a tus lectores (entre los que me incluyo).
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