Las horas pasan cadenciosas, a veces, sólo a veces. Porque lo cierto es que el tiempo, -eso que en este siglo XXI en el que vivimos es algo tan deseado-, pasa rápido, la mayoría de las veces, casi a la velocidad de la luz.
Desempolvé hace unos días viejos recuerdos, y también con ellos viejas ilusiones que tenía olvidadas con cierto sabor agridulce. En ese baúl de mis recuerdos, ese que me induce a escribir 'de corazón', releí historias que logré llevar al papel cuando era aún una niña y jugaba a arreglar el mundo, con lápiz y cuaderno en mano, admirando el paisaje rojizo desde la azotea. A veces, inventaba historias de 'Montañeros' que sobrevivían en el río de la vida con barcazas de papel; otras veces, en las horas de siestas veraniegas, tendida boca arriba, observaba el paso de las nubes y con sus formas redondas, esponjosas y celestiales dibujaba los rostros más bellos en mi mente... Quizás sea mi mirada azul,...
Cuando se estudia arte o literatura solemos decir algo así como "en esta obra el autor expresaba su estado de ánimo, sus inquietudes, criticaba la época,...".Realmente, lo que venimos a decir es que el arte es un instrumento de comunicación del artista y su público, su lector, su espectador,... Si bien esta idea nos llevaría a todo un discurso académico sobre la estética de la comunicación, la intención de este post se aleja de ese concepto.
En este sentido, si el arte expresa el "yo soy yo y mis circunstancias", en palabras de Ortega, releyendo entre mis pinceladas, en mis poemas o relatos, se consigue dibujar una retrospectiva del cómo éramos y cómo llegamos a ser lo que somos,...
"Yo, muda y absorta en su mirada estaba como en un sueño, como en esa isla desierta que momentos antes imaginé y con el chico, esta vez, de mi vida. Ambos nos besamos en el más cálido de los besos y entramos dentro.
Al fin, el destino estaba de nuestro lado y después de un largo tiempo mi corazón se sentía completo al tener conmigo lo que más quería.
Ahora, después de tanto tiempo, me alegró de no haber nunca perdido la esperanza de encontrar junto a Álex el camino guiado por LA ESTRELLA DEL AMOR. ".
Así acababa "un sueño hecho palabras", - como me gustaba definir mi relato corto 'La estrella del amor' cuando imaginaba que siendo 'Yo, escritora' era entrevistada para alguna revista,... Ese sueño quedó relegado no sé dónde y me dediqué a, como todos, vivir la realidad lo mejor que pude,... Ese sueño era algo más que un mundo ideal, era una necesidad de dejar constancia de cómo quería que fuera mi vida y en el transfondo, un autoconvencimiento de que nada de eso pasaría más allá de las páginas de mi imaginación.
Esas páginas, sin saberlo, marcaron una etapa decisiva y mucho de la 'Yo, Periodista ' se cimienta en ellas. Pero el tiempo, - ese que arrasa con todo, incluso con los sentimientos más enrraizados-ha puesto distancia entre cada uno de los protagonistas de aquella época dorada del instituto en la que contextualiza ese escrito. A veces, sólo a veces, esa distancia hace que crucemos miradas como simples desconocidos, y otras, ni siquiera se cruzan. Lo cierto es que esa época, cada risas que echamos juntos entre libros y nervios de exámenes siempre quedará entre mis anhelos, quizás porque siempre que miramos hacia atrás pensamos que cualquier tiempo fue mejor,...
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