
A estas alturas de la película, me siento tan perdida que ni siquiera sé ya quién es la protagonista de la historia que comencé a escribir hace dos años; si soy yo o un simple espectro de mí que vaga de aquí y allá, como despavorido entre textos, sintagmas imposibles, preguntas retóricas y teorías pragmáticas que difuminan aquella mirada azul etérea, confusa ante el sulfúreo aroma de mi melena precipitada y caótica sobre mis hombros,.-ya desnudos, ya vacíos-, y que tan sólo sostienen ya cierta oquedad oscura y asfixiante por momentos: donde apenas sin aire, sin sustancia, duerme mi materia gris.
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