Hace unos días descubrí Tren de Otoño, el blog del nervense Pedro Ferreira que, como él mismo subtitula, está dedicado a su particular colección de retazos literarios y pensamientos: una mezcla arbitraria o no de pedacitos de él y de sus poemarios, aunque también hay alguna que otra narración e incluso crítica literaria. Justo ahí, en su Tren de Otoño nos deleita con poemas increiblemente cuidados, profundamente reflexivos, a veces minimalistas otras más convencionales, pero eso sí con un excepcional dominio de la técnica y con un derroche de sentimientos y sensaciones expuestos en este escaparate cibernético a modo de retazos de su popia experiencia vital, porque como el mismo comenta: "lo que uno hace no deja de ser pequeños cortes de la realidad que vive".
Con el permiso del autor, compartimos en Yo Periodista una muestra de los retazos de Ferreira, una auténtica maravilla. Juzguen ustedes mismos:ESCALINATA
Para Rosario Martín.
“Por el resuelto abismo subo las escaleras”.
Carlos Edmundo de Ory
El tiempo
pasó en los labios.
Del suspiro en el pecho,
del ojo que exprime la tinta,
de los abrazos suplicando besos.
Del alma que carece
de mar, de sol, de luz.
De detener el tiempo,
del tiempo desprendido.
En la ventana vidrios empañados,
antesala de mariposas
que aguarda el puño fiero,
rota la cáscara
de espera.
Precisamente, muchos de los poemas de su Tren del Otoño aparecen en su nuevo poemario Los labios desnudos que recientemente ha publicado con la editorial norteamericana lyricspan press, en al que publicó tambiñen su anterior poemario Al límite de la espesura (publicado dentro del libro Caminos de Luz junto a otros dos autores). Asimismo, su primer trabajo, Matices, también se ha publicado con una editorial extranjera, en esta ocasión argentina.
Está claro que nadie es profeta, o poeta en este caso, en su tierra y que son malos tiempos para la lírica pero la poesía de Pedro Ferreira es todo un descubrimiento, al menos para mí, porque mi atenta mirada azul puede aprender y completarse bebiendo de sus cuidados versos y, así, explorar nuevos matices tal vez hasta ahora desconocidos.
Apenas sin saberlo, llevaba mucho tiempo esperando en el andén. Desde hoy me subo a su tren de otoño hacia lo desconocido, hacia lo sublime, hacia una nueva forma de mirar,... pero segura de que el viaje merecerá la pena y no defraudará.
Y tú, ¿Te apuntas? Ya sabes: http://trendeotonyo.wordpress.com/
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