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martes, 16 de junio de 2020

#Especial. "Enseñando Platero y yo", con Antonio León Ruíz

Para mí, decir Platero y yo de Juan Ramón Jiménez me lleva directa a él, a mi maestro siempre, a don Antonio.  Y esto supongo que le pasa a más de uno y de una, entre las diferentes generaciones de nervenses que hemos pasado por sus clases en el colegio. 
Corría el año 94,- y aunque ya lo tenía de cerca en la Escuela de Pintura-  yo recién llegada del "Convento",  tuve la inmensa suerte de ser su alumna en 5º de primaria, de conocer al "pequeño,  peludo, suave", con toda la profundidad y el lirismo que aprehendimos en esos años de infancia, y gracias a él. 
Hasta recuerdo que en esos días de lectura hasta nos enseñó a dibujar  a Platero en nuestro  bloc escolar, amarrado en un aldabón o argolla típica en una pared de blanco cal. Y lo hizo, como Antonio León enseña, haciendolo parecer más fácil de lo que suponíamos, como la vida, más allá de los libros, de los ríos y las montañas, de las palabras y los números, nos enseñaba antes de nada a  ser personas, buenas personas, su lema siempre.
Y desde entonces,  siendo una niña, -su "Mariquilla", como él me llama siempre en la alegría de encontrarnos.,  creo que personalmente de su mano comencé a  amar esta obra y a su autor, pasión que se acrecienta en mí hasta hoy día ya en la madurez. 
Me decía una buena amiga en estos días al contarle y enseñarle este vídeo, que era una maravilla, que ojalá ella hubiera tenido un profesor que le enseñara así  a leer a Platero, parándose en cada imagen, en cada escena y cada metáfora o símbolo que nos pone Juan Ramón, reflexionando más allá, tal como con las mariposas blancas del capítulo que finalmente nos comparte, y que además tienen tanto sentido en esta obra y en otras poéticas del moguereño. Y es más, si hay un capítulo que me traslade a esos dias de infancia en el Maestro Rojas es ese precisamente, leído tal  que así, con ese tono suyo en el "Va argo", pero sobre todo con ese disfrute en la lectura que nos transmite, de principio a fin, con su "leer es vivir".. 

Qué maravilla, decía...Y realmente lo es: una gozada para los sentidos, -y para mi alma-,  ver este vídeo de participación de Antonio en esta iniciativa confinada; y sí, como siempre, me siento muy orgullosa de tenerlo como maestro y amigo, y afortunada, mucho. Muchísimas gracias por tanto, amigo!


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